Una candidatura para unir al 90%
donde estén representados todos los sectores que
sufrimos los recortes y el saqueo impuestos por
el FMI y Berlín,
desde la base, pueblo a pueblo y ciudad a ciudad
con un programa que coja como centros:

- Redistribución de la riqueza
- Ampliación de la democracia
- Defensa de la soberanía nacional
- Unidad de todos los sectores afectados por la crisis

lunes, 22 de febrero de 2016

SE CONSTITUYE LA COORDINADORA AUTONÓMICA DE RECORTES CERO DE CATALUÑA


Este domingo 21 de febrero se ha constituido en Barcelona la Coordinadora Autonómica de Recortes Cero de Catalunya.

Recortes Cero ha presentado a la Coordinadora Autonómica de Recortes Cero en Cataluña, compuesta por quince miembros, con muy distintas trayectorias, y una parte de ellos, representantes de diferentes organizaciones políticas y sociales muy plurales; entre ellos Benito Muros, presidente de la Fundación Feniss y activista contra la obsolescencia programada, Pedro Fernández, vicepresidente de Alternativa Ciudadana Progresista, Arelis Guaramato, presidenta de AOMICAT (Asociación de Orientación para las Mujeres Migrantes en Cataluña), Manuel Camuñas, presidente del sindicato ASTAC (Agrupación Sindical de Transportistas Autónomos de Cataluña), Jordi Trujillo, activista de las Marchas de la Dignidad, Hector Quesada, joven poeta representando al "Club de los Poetas Vivos", Abilio Lastra, representando a Los Verdes-Grupo Verde, e  Ignasi Soler, representando a Unificación Comunista de España. En la Coordinadora también hay portavoces de las agrupaciones de Barcelona, Hospitalet, Badalona, el Vallés, el Baix Llobregat, Lérida, Tarragona...

El movimiento social y político Recortes Cero presentó una de las siete candidaturas que consiguió presentarse en las elecciones generales por las 52 circunscripciones electorales. En estos momentos, al igual que en Cataluña  Recortes Cero está e  proceso de ampliación de su Coordinadora Estatal, así como de las coordinadoras autonómicas en todo el territorio español, integrando a representantes de múltiples sectores políticos, sociales, del mundo de la ciencia y de la cultura.

Durante el año 2015 Recortes Cero se presentó a nueve elecciones autonómicas y a las Generales, y contó entre sus candidatos con profesionales como el director de teatro Jorge Eines, los actores Paco Algora y José Antonio Lobato, el teólogo Benjamín Focano, o científicos como Nahuel Hernández.

Según afirma la recién elegida coordinadora catalana, el objetivo de este “ambicioso proyecto de ampliación e integración de las organizaciones que forman parte de Recortes Cero”, es que en el 2016, “se repitan o no las elecciones generales, sea un año de expansión de nuestro programa” que tiene como eje central la Redistribución de la Riqueza, “una alternativa clave frente al empobrecimiento de la mayoría de la población y la degradación de nuestro país, cada vez más intervenido política y económicamente por organismos como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo”.



“Recortes Cero es ya una alternativa en toda España y la ampliación de nuestras coordinadoras no hace más que cubrir una necesidad fruto de nuestro rápido crecimiento, especialmente en Cataluña. Necesitamos poder responder a los retos que tenemos por delante. Sea cual sea el gobierno que se forme, ahora más que nunca es necesaria la lucha solidaria contra los recortes, la organización y la movilización popular, al mismo tiempo que somos conscientes de que sin redistribución de la riqueza no habrá cambio. Y eso es lo que Recortes Cero representa”.
                             


jueves, 18 de febrero de 2016

Redistribución de la riqueza es




                                          El cuadro "Sin pan y sin trabajo" de Ernesto de la Cárcova 
                                               refleja la situación de los obreros tras el default de 1890.


Expropiar a los expropiadores

Recientemente, uno de los candidatos independientes que se presentaron en las listas de Recortes Cero en las pasadas elecciones catalanas escribía en un periódico digital: “la gran aportación de Recortes Cero al debate de la izquierda de nuestro país es la idea de la redistribución de la riqueza”. Pero, ¿de qué hablamos exactamente cuando decimos redistribución de la riqueza?

Frente a las ideas que tradicionalmente, y todavía hoy, recorren el pensamiento de muchos pensadores y dirigentes de la izquierda, redistribuir la riqueza no es “repartirla” más equitativamente. No puede reducirse simplemente a “rescatar” a los sectores sociales más vulnerables y castigados por la crisis. Mucho menos convertirla en una alternativa donde el Estado debe encargarse de subsidiarlo todo: empresas públicas deficitarias, empleos improductivos, cultura subvencionada,... Una concepción heredada del sistema económico burocrático, parasitario y corrupto propio del régimen socialfascista soviético que ya sabemos todos cómo acabó: en el reparto de la miseria realmente existente.
Cuando desde Recortes Cero hablamos de redistribución de la riqueza estamos pensando en términos radicalmente distintos.
Redistribuir la riqueza es poner los enormes recursos de los que dispone la economía española al servicio de los intereses del país y de las necesidades de la gente. Al contrario de lo que ocurre en la actualidad, en el que esos recursos son utilizados por una minoría de bancos y monopolios, nacionales y extranjeros, para enriquecerse ellos a costa de saquear al pueblo y esquilmar al país. Gestionar los recursos fundamentales de la economía española de una manera completamente distinta a cómo los han gestionado los gobiernos de Zapatero y Rajoy -o antes los de González y Aznar-, que no han hecho sino enriquecer más a los ricos y empobrecer a la mayoría.
Y no se trata tan sólo de redistribuir la riqueza actualmente existente, sino de hacerlo de tal  modo que esa redistribución permita multiplicar la capacidad de creación de nueva riqueza de la  economía. Esa es la única alternativa para salir de la crisis en beneficio de la mayoría porque, de otro modo, lo que estaremos haciendo es consumir los recursos del país de una forma improductiva, poner parches momentáneos que alivien y mitiguen algo las necesidades de una parte de la población pero para acabar repartiendo escasez en lugar de redistribuir riqueza.
Ese es el objetivo principal de una política de redistribución porque esa es la única manera de resolver de forma estructural y permanente las necesidades de la mayoría.

"Redistribuir la riqueza es hacer retroceder el poder que una minoría de oligarcas nacionales y extranjeros disfrutan sobre la vida material del pueblo"
Expropiar a los expropiadores
Redistribuir la riqueza es acabar con el saqueo contra el 90% de la población. Y para ello es imprescindible avanzar en expropiar parcialmente a esa ínfima minoría que hoy se apropia y se beneficia en su interés de la riqueza que entre todos generamos.
Si ellos, a pesar de la crisis, han podido seguir enriqueciéndose a costa de habernos saqueado a nosotros, de lo que se trata ahora es de arrebatarles a ellos la gestión de los numerosos recursos de los que disfrutan para su  beneficio exclusivo. No hay término medio en este asunto: o ellos o nosotros. O ellos nos siguen saqueando a nosotros, o nosotros les expropiamos a ellos.
Dice la sabiduría popular que no se puede hacer una tortilla sin romper huevos. Y en esta cuestión pasa exactamente eso. No se puede avanzar en defender de verdad los intereses populares sin golpear y hacer retroceder el poder que una minoría de oligarcas nacionales y extranjeros disfrutan sobre la vida material del pueblo. Y eso significa pisar poderosos callos.
Por eso en los programas que defienden otras fuerzas de izquierdas como Podemos o IU -por supuesto el PSOE y asimilados- no aparece de forma diáfana y radical la alternativa de redistribución de la riqueza. Porque hablar de ella supone no sólo decir que es lo que se propone para satisfacer las necesidades y demandas populares, sino plantear al mismo tiempo de dónde han de salir los recursos necesarios para conseguirlo.
Y en este terreno sólo caben dos caminos. O el de continuar alimentando el monstruoso endeudamiento del Estado hasta provocar su colapso, o el de arrebatar a la minoría oligárquico-imperialista todo o parte de la riqueza que han expropiado al pueblo para ponerla al servicio de éste.
Lo veremos con más claridad en unos pocos ejemplos que constituyen la concreción del programa de redistribución de la riqueza que propone Recortes Cero para las elecciones del 20D

"Más parte de la renta nacional en manos de millones de trabajadores, menos en los bolsillos de banqueros y oligarcas"

La redistribución de las rentas
A mediados de los años 70, cuando España había culminado la etapa del desarrollismo franquista que permitió dar el salto desde una economía agraria y subdesarrollada a convertirse en la séptima potencia industrial del mundo, las rentas salariales disfrutaban del 65% de la riqueza que se producía cada año. Gracias a esta distribución de rentas, cualquier trabajador español mínimamente cualificado en su oficio podía comprarse un piso y pagarlo sin grandes dificultades en 10 o12 años; mantener una familia con dos o tres hijos estudiando el bachiller superior o una carrera universitaria con su sólo salario e incluso podía acceder a comprarse un pequeño terreno para construir por sus propios medios una modesta casa de verano.
Cuarenta años después, las rentas salariales han perdido casi 20 puntos en la distribución de la riqueza nacional, y apenas si disfrutan del 46%. A precios actuales, estamos hablando de que si hoy se mantuviera la misma proporción que entonces en la distribución de la renta nacional, los trabajadores españoles recibirían 200.000 millones de euros más cada año en sus salarios. Lo que ha ocurrido, por contra, año tras año, es que las rentas del capital, las rentas de las que disfrutan los empresarios, han ido incrementando su apropiación de la riqueza nacional a costa de los salarios. Hasta que en 2014, por primera vez en la historia, las rentas percibidas por los capitalistas superaron a las de los trabajadores.
A esta situación es a la primera que hay que darle la vuelta aplicando la medida de ningún salario por debajo de 1.000 y ninguno por encima de 10.000 euros mensuales. Eso significa empezar a redistribuir la riqueza: más parte de la renta nacional en manos de millones de trabajadores, menos en manos de banqueros y oligarcas con salarios de 5, 10 o 15 millones de euros anuales.

Poder político y poder financiero
Otro tanto ocurre con el resto de medidas concretas que propone el programa de Recortes Cero. Al hablar de un reforma fiscal progresiva, no estamos diciendo, como Pedro Sánchez, que bancos, monopolios y multinacionales paguen al menos un 15% de sus enormes beneficios, que es la mitad de lo deberían pagar actualmente, aunque en realidad sólo pagan un 3,5%.
Tampoco, como proponen los programas de IU o Podemos que paguen el 28% que, tras la sucesivas rebajas de Zapatero y Rajoy, es lo que le exige la ley del Impuesto de Sociedades. Si un pequeño puñado de bancos, monopolios y multinacionales, que apenas llegan a ser un 0,025% del total de empresas españolas, tienen unos beneficios que duplican los que tienen un millón y medio de pymes, ¿por qué no han de pagar, en consecuencia, el doble de impuestos? Es decir, un Impuesto de Sociedades al 50% para bancos, monopolios y multinacionales. Una medida que supondría que la Hacienda española recaudara cerca de 40.000 millones de euros más cada año, acabando así de un plumazo con cualquier problema relacionado con el déficit y la deuda pública.
Lo mismo que pasa con el IRPF. Si un trabajador con un sueldo de 1.400 euros mensuales paga hoy al menos un 18% de IRPF; si a un profesional con un salario neto de 3, 4 o 5.000 euros mensuales Hacienda le quita entre un 40 y un 50% de su renta, ¿por qué no aplicar a las rentas superiores a los 500.000 euros anuales un impuesto del 75%?
Esto es en definitiva de lo que estamos hablando cuando decimos redistribuir la riqueza. Empezar a expropiar a los que hasta ahora nos han estado expropiando para poner toda esa riqueza al servicio de satisfacer las necesidades de la mayoría y de la creación de riqueza y empleo para el conjunto del país

domingo, 14 de febrero de 2016

La economía de los pensionistas

Denunciamos los  recortes de las pensiones en 2016 y por eso apoyamos a la Mesa estatal pro-referemdum de las pensiones (http://merp.es/)

No sólo no se han revalorizado, sino que este año ha habido un nuevo recorte del poder adquisitivo de las pensiones
Las mentiras tienen las patas tan cortas como el empeño por hacernos creer que revalorizando las pensiones un 0,25 por ciento “los pensionistas ganarán poder adquisitivo este año”. Basta hacer los números para demostrar el engaño. No sólo no se revalorizan, sino que en 2016 ha habido un nuevo recorte del poder adquisitivo de las pensiones.

Es mentira que los pensionistas vayan a ganar capacidad de compra en 2016, como dicen los grandes medios de tirada nacional. Los pensionistas han vuelto a perder poder adquisitivo en 2016. Esta es la verdad frente a las tres mentiras, o grandes silencios, del gobierno y sus voceros.

La primera es que la pérdida acumulada del poder adquisitivo de las pensiones durante la crisis (2007-2015) es de 1,19 puntos. Por eso, la revalorización del 0,25 por ciento no corrige, ni siquiera, los efectos de la congelación de 2011 por el Gobierno de Zapatero (los pensionistas perdieron ese año 2,9 puntos de poder adquisitivo), ni la de 2012 de Rajoy (que no las regularizó según el IPC y los pensionistas volvieron a perder 1,9 puntos). En el mejor de los casos, los pensionistas seguirán con una pérdida acumulada del poder adquisitivo de sus pensiones de casi el 1 por ciento después de 8 años de crisis. Una realidad que los voceros del gobierno se encargan de silenciar.

La segunda es que los copagos farmacéuticos, las subidas de impuestos y de los servicios básicos se comen ese 0,25 por ciento con el que Rajoy pretende camelar a los pensionistas. Los copagos de hasta 8 euros al mes triplican la media de 2,5 euros que significan las “subidas” de Rajoy. Lo que ha obligado a millones de pensionistas a renunciar o limitar a sus tratamientos médicos.

Una situación aún más sangrante si añadimos a los copagos sanitarios las subidas de las tarifas de los servicios básicos (agua, luz, gas, transporte...) y los impuestos como el IVA que gravan dramáticamente las condiciones de vida de millones de hogares (1 de cada 5) que dependen de una pensión. La pérdida del poder adquisitivo de los pensionistas llegaría al 14%.

La tercera es que, si se cumplen las previsiones del Banco Central Europeo, la inflación subirá el 1,5 por ciento, por lo que con la subida del 0,25% de Rajoy, las pensiones perderán un 1,25 por ciento de poder adquisitivo. O lo que es lo mismo, sólo por este concepto los pensionistas perderán este año una media de 158 euros en su capacidad de compra.
La conclusión es evidente, el 0,25 por ciento de Rajoy no es una subida, es una estafa que trata de esconder un recorte real de las pensiones un año más.
Blindar las pensiones en la Constitución
Las mentiras, trampas y chantajes no pueden ocultar lo que realmente es un voraz proyecto de privatización para que bancos, aseguradoras y fondos extranjeros se hagan con el control de más de 110.000 millones de euros del sistema público de pensiones.
Blindar las pensiones en la Constitución y elevarlas para que no haya ninguna por debajo de 1.000 euros, recuperando el poder adquisitivo perdido en todos estos años, es una necesidad cada vez más ur­gente.
Esta es la primera exigencia del programa de Recortes Cero-Los Verdes: blindar las pensiones en la Constitución, mediante referéndum, para mantener y aumentar su poder adquisitivo, prohibiendo que se congelen, recorten o privaticen.
Es mentira que no haya recursos para mejorar el poder adquisitivo de las pensiones. Bastaría con una reforma fiscal progresiva, que eleve impuestos a las grandes fortunas, o acabando con los gastos superfluos, el derroche y combatiendo la corrupción para disponer de recursos más que suficientes para destinar 12.700 millones a subir el poder adquisitivo de 9 millones de pensionistas, recuperando el poder adquisitivo perdido desde el inicio de la crisis, y aumentarlo progresivamente para que ningún pensionista cobre menos de 1.000 euros al mes

martes, 9 de febrero de 2016

Quien gana somos los 16 millones que votamos contra los recortes

Debemos redoblar desde  Recortes Cero , una ofensiva para exigir un gobierno de unidad contra los recortes


.- Los acontecimientos, impulsados por el avance del viento popular, caminan en una dirección más favorable a la formación de un gobierno de unidad contra los recortes, la alternativa que venimos defendiendo desde el 20-D, y que en las actuales condiciones es la mejor para la defensa de los intereses populares y nacionales.

-El documento presentado por el PSOE de 43 medidas como base para la formación de una mayoría de gobierno tiene, como remarcan todos los medios, “un importante contenido social”. Para poder formar gobierno, Pedro Sánchez está obligado a recoger algunas de las demandas de un viento popular en avance.
Propone una subida del salario mínimo hasta los 1.000 euros, la derogación de partes de la reforma laboral o el objetivo de reducir el paro a la mitad en cuatro años.
Pretende impulsar un “plan de emergencia social” con una renta mínima para familias sin ingresos, junto a medidas contra la pobreza energética o los desahucios.
Se plantea una renegociación con Bruselas de los objetivos del déficit y la deuda pública, reclamando la misma flexibilidad aplicada ya con Francia o Alemania.
Ofreciendo también pactos por la educación, con la retirada de la Ley Wert, la ciencia y la cultura, además de medidas contra la corrupción y una reforma de la ley electoral.
Incluso el PSOE ha abierto la puerta a una reforma del artículo 135 de la Constitución, para sin cuestionar la prioridad del pago de la deuda blindar los servicios sociales básicos.
De conjunto es un programa con el que, aunque evidentemente tenemos diferencias y exigimos ir mucho más allá, podemos apoyar como base de un negociación. Y el hecho de que el PSOE lo presente evidencia hasta donde ha llegado la influencia política del viento popular.

-La iniciativa política está en manos del PSOE y Pedro Sánchez, y eso afecta también a la posición de Podemos o Ciudadanos. Tal y como plantea Enric Juliana “cada día será más alto el precio de la ruptura de la negociaciones. Quien dé el primer portazo lo puede pagar caro”. Por eso, frente a los vetos y exclusiones (Pablo Iglesias identificando a Ciudadanos con “las derechas”, o Ciudadanos calificando a Podemos como “izquierda radical”), tanto Podemos como Ciudadanos, y también IU, han aceptado el documento presentado por el PSOE, afirmando que “sería fácil y sencillo ponerse de acuerdo”.

2.- En la batalla política por la formación del nuevo gobierno se entrecruzan dos fuerzas en choque. Por un lado el avance del viento popular, por otro las presiones del hegemonismo y la oligarquía para imponer en las actuales condiciones el gobierno que mejor pueda gestionar la ejecución de su proyecto de saqueo, y que hoy parece pasar por un acuerdo entre PSOE y Ciudadanos, apoyado externamente por el PP.

-El avance del viento popular ha dinamitado las “opciones naturales” de gobierno del hegemonismo y la oligarquía (una mayoría PP-Ciudadanos), o dificultado la ejecución de otras (una “gran coalición” encabezada por el PP).
En las actuales condiciones el hegemonismo y la oligarquía parecen optar por una fórmula de gobierno basada en un acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, y que el PP permita a través de su abstención. Excluyendo el “riesgo” de la participación de Podemos, no por la posición de su dirección sino por la presión de unas bases radicalizadas en la lucha contra los recortes.
Así lo expresa la información de El Mundo, desvelando que “El Ibex presiona para que el PP deje gobiernar a PSOE y Cs”, donde se afirma que “altos directivos abogan por que Rajoy se abstenga si Sánchez llega a un acuerdo con Rivera. “El mejor servicio que podría hacer a España es marcharse” dice un empresario”.
Mucho más explícito es Luis María Ansón (que ya participó de forma destacada en la “tercera reconducción” para acabar con los gobiernos de Felipe González): “Albert Rivera negocia a fondo con Pedro Sánchez. (…) La investidura de Sánchez saldría adelante en segunda vuelta con la abstención del Partido Popular. (…) Esta es la solución que apoya el empresariado español, la que agrada a Angela Merkel y a la Europa unida, la que alientan los servicios de inteligencia de Estados Unidos, la primera potencia del mundo con altos intereses militares en España. (…) Si Rajoy no cede, desdeñando las presiones nacionales e internacionales, su responsabilidad histórica será muy alta porque Sánchez se doblegará en los idus de marzo a las exigencias de Podemos”.
Y que también confirma el Wall Street Journal, en un artículo titulado “El arriesgado juego de coalición de los socialistas españoles”. Donde se alerta de “los riesgos” de “un gobierno de izquierdas que ralentice las reformas, quiera anular la reforma laboral o elevar el salario mínimo”.
Un gobierno PSOE-Ciudadanos, obligado también a “entenderse con el PP” en cuestiones claves, podría permitir al hegemonismo y la oligarquía gestionar el avance de un viento popular que ya no puede no ser tenido en cuenta (algo que no podría hacer un gobierno encabezado por el PP), garantizando al mismo tiempo el cumplimiento del grueso de los “compromisos internacionales” en el terreno económico, político y militar.

3.- En la actual situación existen recursos y también dificultades, que permiten avanzar o crean obstáculos a la formación de un gobierno de unidad contra los recortes.

-La debilidad cada vez mayor del PP influye en las posibles alternativas de gobierno del hegemonismo y la oligarquía. Los cuatro años de gestión de la ejecución del proyecto hegemonista, junto al avance del viento popular, han socavado la estabilidad del PP, agravada por los escándalos de corrupción. Cuestionando cada vez más el propio liderazgo de Rajoy. Y convirtiendo la alternativa de un gobierno encabezado por el PP en un “apuesta arriesgada” para el hegemonismo y la oligarquía. Esta es la razón de que el Rey haya optado finalmente por proponer a Pedro Sánchez como primer candidato a la investidura.

-El hegemonismo y la oligarquía ya están utilizando todas sus armas de presión para impedir o dificultar la formación de un gobierno de unidad contra los recortes. Amenazando con “consecuencias terribles” en caso de un “gobierno de izquierdas”. No es casual el estallido del escándalo de la detención de los tiriteros en Madrid, ni tampoco que el ministro del Interior afirme que “ETA desea como agua de mayo un gobierno PSOE-Podemos”. También se utiliza las repercusiones de la nueva oleada de la crisis económica global para deslizar que “si no hay un gobierno estable que de confianza a los mercados puede estar en riesgo la recuperación”.

-El avance del viento popular crea mejores condiciones para la formación de un gobierno de unidad contra los recortes. Obligando al PSOE a “girar a la izquierda”,y recoger parte de las demandas de la mayoría que rechaza los recortes. Y también forzando a Podemos o Ciudadanos a poner por delante los puntos de unidad, ante el precio que pagará quien impida la formación de un gobierno progresista.
Pero las posiciones que excluyan a una parte de ese viento popular, bien señalando a Ciudadanos como “las derechas” o “un marca blanca del PP”, bien eliminando a Podemos porque “amenaza la estabilidad”, están objetivamente colocando más dificultades a la formación de un gobierno de unidad contra los recortes que se corresponda con la voluntad expresada por la mayoría de votantes el 20-D.


-Debemos apoyar la propuesta de 43 puntos presentada por el PSOE como base de la negociación de un futuro gobierno. Es un éxito político que Pedro Sánchez se vea obligado a recoger algunas de las demandas del viento popular. Debemos exigir que se vaya más allá, e incluir otros puntos, pero de conjunto crea mejores condiciones para avanzar en una línea de redistribución de la riqueza.

-Defendemos un gobierno de unidad contra los recortes que integre a todas las fuerzas que, de una u otra manera, representan el avance del viento popular. Que incluya al PSOE, a Ciudadanos, a Podemos, a IU...
No es un “gobierno de izquierdas”, sino un gobierno que represente a las diferentes fuerzas que en el parlamento representan el avance del viento popular.

Cualquier exclusión, a “izquierda” o a “derecha”, cambiaría su naturaleza.

Lo primero conocer las propuestas.

martes, 2 de febrero de 2016

USA REQUIERE LA OTAN PARA LA LUCHA CONTRA EL DAESH


Los trastornos de toda condición que ahora soporta la Unión Europea exigen el recurso a todo género de respuestas. Obviamente incluidas en la cooperación de la OTAN.

Hay algo más que sólo un cambio de tercio en la expresión militar, diplomática y política en las tensiones internacionales de este arranque del Siglo XXI. Antes que de toda otra cosa, estamos ante un cambio de escala en el formato de los asuntos internacionales; es decir, ante el desplegado desarrollo de la globalización en lo que respecta a las nuevas implicaciones y repercusiones de los nuevos conflictos.

La Unión Europea no se vería envuelta en las resultantes continentales de la guerra de Siria – que es el motor de los motores del tsunami migratorio que literalmente la inunda- sin la irrupción en ella del “Estado Islámico” o Daesh, con el correspondiente arrastre terrorista del yihadismo que impulsa la estampida migratoria.

Proceso que genera dinámicas de inducción por las que afluyen y se suman a los primeros trasterrados, a los refugiados sirios, otros gentíos de las más diversas procedencias: iraquíes, paquistaníes e incluso afganos, desde Asia; pero también africanos del nordeste, del norte magrebí y del Sahel. Algunos (los suficientes) infectados por el mosquito islámico del yihadismo. Eclosionado, según cabe sospechar, por la mutación genética del nacionalismo árabe: sucumbido en la última guerra de Iraq. Un nacionalismo que mantenía frenado al radicalismo suní que ahora acaudilla –curiosa coincidencia- un sujeto pretendidamente califal que atiende por el sobrenombre de Al Bagdadí.
Por la escala de efectos que el “Estado Islámico” vuelca sobre Europa – directamente unos, de naturaleza terrorista, como los atentados en Francia; e indirectamente, de forma mediata, por la generación del migratorio seísmo demográfico que genera desde Siria – tiene toda su lógica la iniciativa norteamericana de que se articule la cooperación de la OTAN con la Alianza Internacional que aporta la acción aérea contra los reductos del Daesh. En todo caso, si la OTAN accediera, la acción estaría apoyada por sus 28 Estados, 26 de los cuales pertenecen al espacio europeo. Hay proporción entre lo que se le demanda a la OTAN (asistencia de medios aéreos cualificados) y los intereses primordialmente europeos que es preciso preservar por vía de la defensa. Los trastornos de toda condición que ahora soporta la Unión Europea exigen el recurso a todo género de respuestas. Obviamente incluidas en la cooperación de la OTAN.