Una candidatura para unir al 90%
donde estén representados todos los sectores que
sufrimos los recortes y el saqueo impuestos por
el FMI y Berlín,
desde la base, pueblo a pueblo y ciudad a ciudad
con un programa que coja como centros:

- Redistribución de la riqueza
- Ampliación de la democracia
- Defensa de la soberanía nacional
- Unidad de todos los sectores afectados por la crisis

jueves, 31 de diciembre de 2015

Tras los resultados del 20-D


¡Sí se puede formar un gobierno 
que represente a la mayoría contra los recortes!

Desde que se conocieron los resultados de las elecciones generales del 20-D se abrió una nueva batalla política, la de los pactos y alianzas que permitan la formación de gobierno. Unos proponen un “pacto de Estado” donde la abstención del PSOE permita un gobierno en minoría del PP. Otros enfrentan la alternativa de un “mayoría de izquierdas” con la participación de Podemos. Pero todos coinciden en que los resultados ofrecidos por el 20-D son “un rompecabezas de difícil solución”, donde la fragmentación del voto no ofrece una mayoría clara ni en sentido ni en otro.
¿Realmente el 20-D no ha expresado con los votos una clara mayoría social... o esa es una realidad que se pretende ocultar? ¿No es posible formar un nuevo gobierno que represente a esa mayoría... o esa es una posibilidad que se quiere evitar a toda costa?

Mayoría absoluta contra los recortes y por la unidad

La principal conclusión de los resultados del 20-D (y que se oculta bajo los análisis sobre la caída del bipartidismo o la irrupción de nuevas fuerzas emergentes) es la de la expresión de una mayoría social que se ha movilizado contra los recortes y el saqueo contra el 90% de la población.

En plena campaña, la Comisión Europea publicó un amenazador “Informe de Vigilancia” sobre España donde se exigía una vuelta de tuerca en la reforma laboral que permitiera rebajar otra vez los salarios o la ejecución el próximo año de recortes por valor de 9.000 millones de euros.
El 20-D la mayoría de los votos se han movilizado con claridad para expresar su oposición a estos recortes y a las principales fuerzas que los están ejecutando.
Y esa marea de votos ciudadanos contra los recortes se ha expresado mucho más allá del carácter de las fuerzas más votadas, de las propuestas o pactos de sus élites.
Expresada en los casi 5,2 millones de votos de Podemos, independientemente de las posiciones de su dirección encabezada por Pablo Iglesias.
Pero también en los 3,5 millones de votos a Ciudadanos que, frente a quienes prácticamente los equiparan con el PP, nacieron hace diez años como punta de lanza contra el asfixiante dominio del bipartidismo.

Incluye también al casi un millón de votos que conserva IU, y al apoyo electoral manifestado el 20-D a muchos partidos, con o sin representación  parlamentaria, entre los que figura Recortes Cero-Grupo Verde, que se han posicionado claramente contra los recortes y el bipartidismo.
Y en ese movimiento general debemos también sumar buena parte de los votos del PSOE. Mucho más allá de su carácter sobradamente prohegemonista, la mayoría de quienes han votado el 20-D al PSOE lo han hecho para enfrentarse a los recortes que ahora ejecuta Rajoy.
Si sumamos todas estas fuerzas, en las que independientemente de su carácter o naturaleza, se ha expresado el voto contra los recortes, ofrecen una mayoría absoluta.
Son 16 millones de votos que se han movilizado para expresar su rechazo a los recortes. Y que en el parlamento, a pesar de una ley electoral injusta que impide la expresión real de la voluntad popular, alcanzarían una mayoría absoluta de 212 escaños.
Con la misma contundencia que ha expresado su rechazo a los recortes, la mayoría social se ha pronunciado por la unidad y contra la fragmentación.
En Cataluña, la irrupción de una amplia mayoría contra los recortes y por la unidad ha provocado un terremoto político.  Expresado en el rechazo social cada vez mayor a Artur Mas, cabeza de los recortes y los proyectos contra la unidad.
Convergencia ha perdido la mitad de los votos que tenía en 2011, y Junts pel Sí se ha dejado 463.000 votos en solo tres meses. Mientras que el voto contra los recortes y el bipartidismo se ha disparado también en Cataluña, convirtiendo a En Comú Podem en la fuerza más votada.
Los resultados en el cinturón obrero de Barcelona expresan como una mayoría popular y de izquierdas se moviliza buscando las opciones para manifestar su oposición a los recortes y su defensa de la unidad. Si antes era hegemónico el PSC, el 27-S pasaron a apoyar masivamente a Ciudadanos frente al órdago de fragmentación de Artur Mas, y el 20-D han convertido a Podemos en primera fuerza, poniendo en primer plano la lucha contra los recortes frente a la monopolización del debate político catalán en torno a la independencia.
A diferente nivel e intensidad, un mismo movimiento se ha producido en Euskadi y Galicia.
Podemos se ha convertido en la fuerza más votada en el País Vasco, mientras que EH Bildu pierde más de un tercio de sus votos.
O en Galicia el BNG, único referente del voto en apoyo a la fragmentación, perdía más de un 60% de su apoyo electoral y los dos diputados que tenía.
Esta es la realidad del voto expresada el 20-D, y que todos ocultan. La de una amplia mayoría social contra los recortes y por la unidad.

La peor opción
La irrupción de una mayoría social contra los recortes y por la unidad ha desbaratado los cálculos del hegemonismo y la oligarquía para la formación de un nuevo gobierno que permita seguir ejecutando sus proyectos.
El hegemonismo y la oligarquía necesitan un nuevo gobierno que garantice la intensificación del saqueo contra el 90% de la población, el incremento de la apropiación y expolio de las principales fuentes de riqueza para el país, y un mayor encuadramiento político y militar de España en la maquinaria militar norteamericana.
Y para ello, tras el mapa político que ha deparado el 20-D, la principal opción del hegemonismo y la oligarquía es la de una “gran coalición”, respaldada por PP, PSOE y Ciudadanos.
Es lo que Enric Juliana llama hoy en La Vanguardia “una gran coalición al estilo alemán (PP-PSOE-Ciudadanos) que gustaría mucho en Bruselas y Berlín y contaría con el decidido aplauso del Ibex-35”.
Un gobierno en minoría del PP, pero que contaría con el apoyo de los escaños del PSOE y Ciudadanos en las decisiones importantes, alcanzando una cómoda mayoría de 253 escaños sobre 350, que permitiría la “estabilidad” necesaria para seguir cumpliendo con los mandatos de Bruselas y el FMI, acatando la mayor participación en las aventuras bélicas norteamericanas...
Es la opción por la que se han pronunciado claramente los principales portavoces tanto de Berlín como de Washington. Y que la oligarquía respaldó públicamente con el insólito pronunciamiento, en la portada de Expansión, de 16 ex ministros del PP y del PSOE y cuadros dirigentes de bancos y monopolios, reclamando un “gobierno estable”, bajo la forma de un entendimiento entre los dos grandes partidos del bipartidismo. Y que se mantuviera como mínimo hasta 2017, justo el periodo necesario para ejecutar los ajustes ya pactados con la UE.
Este es el gobierno que más favorecería los intereses del hegemonismo y la oligarquía, permitiéndole ejecutar con relativa comodidad sus proyectos a pesar de los resultados del 20-D -con el desplome del bipartidismo y el avance del viento popular-, y el más lesivo para los intereses populares y nacionales, anunciando mayores recortes y una mayor sumisión a los mandatos de Washington y Berlín.

¿Cuál es el gobierno que nos interesa a la mayoría?

Como única alternativa se ofrece la formación de un gobierno “de mayoría de izquierdas”, basado en un entendimiento entre el PSOE y Podemos, y con el apoyo de otras fuerzas como IU o ERC.
La matemática parlamentaria de suma de escaños, y la oposición manifiesta de importantes barones del PSOE, encabezados por la presidenta andaluza Susana Díaz, convierten esta opción en algo casi irrealizable.

¿Pero seguro que estas son las únicas opciones posibles?
El sentido del voto expresado el 20-D abre la posibilidad de otro gobierno que representara a la mayoría social que ha manifestado su oposición a los recortes.
Uniendo a las diferentes fuerzas que, más allá de las diferencias entre izquierda y derecha o entre “viejas fuerzas” y “formaciones emergentes” han manifestado durante la campaña su oposición al programa de recortes representado por un nuevo gobierno encabezado por el PP.
Nucleado en torno a la suma de PSOE, Podemos y Ciudadanos. ¿Esto es un imposible y una “alianza antinatural” o expresa lo que la mayoría ha votado el 20-D?
Más allá de las posiciones de su dirección, los 5,2 millones de votos a Podemos son expresión del avance del viento popular contra los recortes.
La inmensa mayoría de votos recibidos por Ciudadanos representan a quienes aspiran a un cambio liberado de la asfixia del dominio bipartidista.
Y los votos al PSOE aspiraban, al margen de la posición de Pedro Sánchez y su dirección, a un cambio frente a los recortes impuestos por el gobierno de Rajoy.
La suma de PSOE, Podemos y Ciudadanos ofrecería una mayoría absoluta de 199 escaños, que permitiría un nuevo gobierno estable.
En las condiciones que ha deparado el 20-D, este seria el gobierno que más nos interesa a la mayoría social. Perfectamente posible según la artimética parlamentaria.
Y que debería tener como primer punto para un programa común la reversión de los recortes ejecutados durante estos últimos años contra el 90% de la población. Tanto en la sanidad y la educación públicas como a través de la reforma laboral o el tijeretazo a las ayudas sociales.
Enfrentándose a los nuevos recortes que la UE y el FMI pretenden imponernos ya para el próximo año.
Este nuevo gobierno permitiría la expresión política de la mayoría social contra los recortes que se ha manifestado el 20-D. Y crearía muchas mejores condiciones para enfrentar el proyecto de saqueo contra el 90% ejecutado durante los últimos años a golpe de los mandatos de la troika.
La mayoría social se ha pronunciado el 20-D contra los recortes y por la redistribución de la riqueza. Esta es la corriente principal en la política española y debemos aprovecharlo, impidiendo que se silencie, traicione o reconduzca.
Exigimos un cambio de verdad que pasa por la redistribución de la riqueza.
Un gobierno de amplia unidad contra los recortes podría permitir también el avance de un programa de redistribución de la riqueza para salir de la crisis en beneficio de la mayoría.
Señalando que solo podremos hacerlo si defendemos la soberanía nacional para enfrentarnos a los recortes que nos imponen el FMI o la UE, o convertimos a España en un referente de paz y neutralidad frente a las exigencias de EEUU de encadenarnos todavía más a su maquinaria militar.
Y para ello necesitamos fortalecer la unidad del conjunto del pueblo trabajador de toda España en la lucha contra los recortes. Porque quienes nos dividen y enfrentan benefician a quienes pretenden imponernos un saqueo todavía mayor.


Este es el cambio político real, el que ha demandado la mayoría social que el 20-D se ha movilizado contra los recortes.

miércoles, 30 de diciembre de 2015

Comunicado de la Coordinadora Estatal de Recortes Cero


Nadie que esté en contra de los recortes puede permitir que 
Artur Mas vuelva a ser presidente

Un nuevo gobierno de Artur Mas en Cataluña sería otro “gobierno de la troika y los recortes”, un nuevo ataque contra los intereses de la mayoría de catalanes y del conjunto del pueblo trabajador

Nadie que esté en contra de los recortes, nadie que aspire a un cambio político real frente al saqueo que hemos sufrido la mayoría de la población, puede permitir que Artur Mas vuelva a ser investido president de la Generalitat.

Artur Mas ostenta el dudoso honor de ser la cabeza del gobierno que más recortes sociales ha ejecutado en la sanidad, la educación, las ayudas sociales... Convirtiendo a Cataluña en la comunidad donde más y a mayor velocidad aumentaban la pobreza y las desigualdades.

Representa al gobierno más corrupto, a la “casta del 3%” que se ha lucrado saqueando las arcas públicas.
Se equivocan quienes piensen que un proceso de “desconexión” con España encabezado por Artur Mas puede traer mejores condiciones para impulsar un cambio social en Cataluña.


"La mayoría social catalana ha expresado el 20-D su rotundo rechazo a la política de recortes que representa Artur Mas"

Un nuevo gobierno presidido por Artur Mas sería un nuevo “gobierno de la troika y de los recortes” en Cataluña. Y solo podría conducir hacia una Cataluña todavía más dependiente del FMI y la UE o de la OTAN, los que nos exigen todavía más recortes o mayor implicación en sus guerras.

La mayoría social catalana ha expresado el 20-D su rotundo rechazo a la política de recortes que representa Artur Mas. “Democracia i Llibertat”, la nueva marca de Convergencia, ha perdido el 20-D la mitad de los votos que tenía en 2011. Más de medio millón de catalanes le han dado la espalda. Y solo le han apoyado uno de cada diez catalanes censados.

¿Alguien con este grado de rechazo social debe ser el president de todos los catalanes?

Desde Recortes Cero llamamos a todos los progresistas, de Cataluña y del conjunto de España, a evitar un nuevo gobierno de Artur Mas.

Lo que necesitamos en Cataluña es un gobierno que se enfrente a los recortes que hemos sufrido en los últimos siete años el 90% de la población. Redistribuyendo la enorme riqueza que existe en Cataluña, monopolizada por una ínfima minoría, en beneficio de una salida a la crisis favorable a la inmensa mayoría. Que diga No a los mandatos de la troika, el FMI o la UE. Y fortalezca la unidad de Cataluña con el conjunto del pueblo trabajador de toda España para luchar por un futuro mejor para la mayoría social.

viernes, 25 de diciembre de 2015

Nuria Suárez valora los resultados de Recortes Cero-Grupo Verde el 20-D


"Los resultados de las elecciones demuestran que el programa por la Redistribución de la Riqueza va calando cada vez en más gente"

Catalana de Barcelona con orígenes canarios, coportavoz de la coordinadora estatal de Recortes Cero, primera candidata por Madrid al Congreso, candidata a la presidencia del gobierno

Nuria Suárez, coportavoz de la Coordinadora Estatal de Recortes Cero y candidata a la presidencia del gobierno en las listas, valora los resultados generales del 20-D y el avance de los votos obtenidos por Recortes Cero-Grupo Verde.
En medios “progresistas y de izquierdas” se está poniendo el acento en que los resultados de las elecciones del 20-D, para las fuerzas populares y de rechazo a los recortes y al bipartidismo, son buenos pero insuficientes, con el argumento de que el bipartidismo tradicional aún se mantiene con el PP y PSOE como fuerzas más votadas. ¿Cuál es tu valoración? 
Creo que ese punto de vista es esencialmente erróneo, en Recortes Cero-Grupo Verde valoramos que las elecciones europeas habían levantado un viento popular contra los recortes. En estas elecciones podemos decir que más que un viento es un ciclón... 
Desde las elecciones generales del 2008 hasta las de este domingo, PP Y PSOE han pasado de tener 21.500.000 votos entre los dos a 12.746.000; casi nueve millones de votos han retirado el voto al bipartidismo después de décadas y han optado por opciones de cambio que en su inmensa mayoría son de izquierdas y contra los recortes.


"Los recortes han venido impuestos de forma directa por el FMI y la UE, acompañados de informes amenazadores, llamadas de Obama y advertencias de Merkel. ¡No podemos callar ante ellos!"

Sabemos que desde los medios que podríamos llamar “prohegemonistas” se defienden unas “líneas rojas” marcadas por Washington y Berlín (aceptación del euro y los compromisos de déficit y ajustes que exige una “Europa alemana”; la permanencia de la OTAN y las bases y el estatus de España como peón militar de las necesidades yanquis en el Este de Europa, África y Oriente Medio). ¿Existe el peligro de que las presiones para salvaguardar estas líneas rojas puedan reconducir a las fuerzas que recogen los votos del “viento popular” hacia los límites que esas líneas imponen? 
Recortes Cero-Grupo Verde denunciamos durante la campaña electoral que la Comisión Europea, con su informe de “Vigilancia post Programa de España” redactado por los comisarios del FMI y Bruselas, había intervenido en plena campaña electoral para exigir 9.000 millones en recortes, más reforma laboral y la aceleración del proceso de privatización de Bankia. Los cuatro partidos que se consideran presidenciables PP, PSOE, Podemos y Ciudadanos han optado por el silencio. 
La OTAN tampoco ha aparecido en la campaña de este cuarteto, aún cuando la campaña se inició mientras se desarrollaban las principales maniobras de la OTAN desde la Segunda Guerra Mundial en suelo español, y cuando han tenido horas y horas en los medios, tertulias y debates de todo tipo...
Todo esto es lo más preocupante. Los recortes han venido impuestos de forma directa por el FMI y la UE, acompañados de informes amenazadores, llamadas de Obama y advertencias de Merkel. ¡No podemos callar ante ellos! Si ante el informe de la Comisión Europea se callan, ¿qué va pasar cuando exijan recortes?. El PP y el PSOE de Zapatero ya lo dejaron claro con sus hechos: ejecutarlos. Pero, ¿porqué callan Iglesias y Rivera? Ciertamente el silencio ante estos temas sí es preocupante. 
Recortes Cero – Grupo Verde hemos dicho durante toda la campaña electoral bien alto -por eso era nuestro eje fundamental de campaña- que sin la Redistribución de la Riqueza no puede haber un cambio de verdad. La posición que mantengan las fuerzas políticas, y sobre todo las que formen o apoyen al gobierno que se constituya, ante estas cuestiones: los recortes, las pensiones, reformas laborales o las exigencias económicas de Bruselas, va a ser la piedra de toque que nos indique por dónde va a ir el cambio. Eso sin olvidar las exigencias militares de la OTAN y Estados Unidos para que nuestro país se implique en sus guerras imperiales. 
¿Cómo valoras los resultados de Recortes Cero – Grupo Verde? 
Yo creo que Recortes Cero – Grupo Verde hemos obtenido unos resultados excelentes ¿Por qué? En esta campaña el voto útil “por el cambio” hacia las fuerzas emergentes ha sido una corriente muy fuerte. 
En estas condiciones valoro cuatro hechos. En primer lugar, los 117.400 votos del Senado que suman nuestros primeros candidatos para esta cámara expresan un voto que de forma más libre ha optado por Recortes Cero-Grupo Verde. En la campaña me he encontrado con numerosas personas que me decían que estaban completamente de acuerdo con nuestro programa, que Recortes Cero – Grupo Verde sería como su alternativa, pero que en ahora iban a votar a Podemos, algunos a Ciudadanos, al Congreso “porque hay que echar a Rajoy como sea”. Pero que votarían nuestra candidatura al Senado porque, de verdad pensaban que el programa que más les convencía era el de nuestra candidatura. Incluso hoy mismo me ha llegado un mensaje que lo dice todo: “esta vez sólo os he votado al Senado, la próxima al Congreso y al Senado”. 
Lo segundo que quiero destacar es que subimos en votos en el conjunto de comunidades autónomas y en el conjunto de las 52 provincias en las que nos hemos presentado con respecto a procesos anteriores. Especialmente en algunas comunidades, muy importantes para dar una alternativa en nuestro país, subimos de forma destacada. Como en Cataluña, sobre todo, Navarra y Canarias. Y esto nos sitúa como una opción a escala nacional.  

"Los 117.400 votos del Senado que suman nuestros primeros candidatos expresan un voto que de forma más libre ha optado por Recortes Cero-Grupo Verde"

Todo esto refleja dos cosas. Que el programa por la Redistribución de la Riqueza va calando cada vez en más gente, y si no cala más es por las limitaciones que tenemos para llegar a muchísimos más rincones de España. Sobre todo por el silencio hacia nosotros de los grandes medios de comunicación. Lo que sí tengo claro es que el voto de Recortes Cero – Grupo Verde es un voto fiel, consciente y cualitativo. 
A pesar de las limitaciones, Recortes Cero – Grupo Verde habéis hecho un esfuerzo por llegar a nuevas ciudades.¿Podías destacar a qué nuevos sitios se ha extendido o reforzado Rc0? ¿Qué papel han jugado los grupos electorales en la campaña y en la extensión y organización de Rc0? 
La verdad es que son casi todos, unos porque se han fortalecido las agrupaciones que ya había y otros porque se han creado nuevas. Citar sólo algunos puede ser injusto... Pero si creo que hay que felicitar el trabajo de los grupos electorales de provincias en las que antes casi no existíamos y donde los grupos electorales han trabajado mucho: Huesca, Cuenca, Cáceres, Cádiz, Córdoba, Ciudad Real, Valladolid, Segovia, Soria, Zamora, etc. Destaco estos sitios porque anteriormente no teníamos organización y partían casi de cero, y ahora esos grupos electorales se están transformando en vivas agrupaciones de Recortes Cero.

lunes, 21 de diciembre de 2015

PRIMERA VALORACIÓN ELECCIONES GENERALES 2015





1.- El aspecto principal de los resultados de las elecciones generales del 20-D son los de expresar políticamente la acelerada irrupción de una mayoría social que se enfrenta a la ejecución de los recortes y al tradicional dominio bipartidista. Lo que genera unas excelentes condiciones para la lucha contra la ejecución del proyecto hegemonista de saqueo económico contra el 90% de la población y apropiación de las principales riquezas nacionales.

Las elecciones generales han sido la culminación de un largo ciclo electoral, iniciado a principios de año con las andaluzas, donde se ha establecido una nueva correlación de fuerzas política. Principalmente entre las fuerzas destinadas a proseguir la ejecución de los recortes, y la mayoría social que se enfrenta a ellos.
El resultado es una irrupción, con una expresión política desconocida en la política española, de una mayoría social que se ha radicalizado aceleradamente en el rechazo a los recortes y al bipartidismo.
Su magnitud e incidencia es en primer lugar cuantitativa. En 2008, fecha de inicio de la ejecución del proyecto hegemonista, la suma de las fuerzas que se enfrentaban a los recortes y al bipartidismo alcanzaba los 2,02 millones de votos. En 2011 -tras la aceleración de la ejecución de los recortes con la llamada de Obama a Zapatero- esa cifra se elevó hasta los 3,9 millones. Capitalizada por el ascenso de IU -hasta los 1,6 millones de votos- y la eclosión de UPyD con 1,1 millones de votos y 5 diputados. En 2015 se ha disparado hasta los 11,09 millones de votos.
Ya se está intentando minusvalorar su incidencia, bajo el argumento de que el bipartidismo tradicional -PP y PSOE- siguen siendo la primera y la segunda fuerza política, pero esta es la corriente que avanza cada vez con mayor velocidad, y que se expresa en múltiples direcciones.
Más allá de la línea o el programa que defiende, los casi 5,2 millones de votos a Podemos el 20-D son expresión del avance de este viento popular contra los recortes y el dominio bipartidista. Convertida en primera fuerza, en votos y escaños, en Cataluña, o en votos en Euskadi, y disputando al PSOE el papel de segunda fuerza política a nivel nacional, algo impensable hace tan solo dos años.
Expresada también en la irrupción de Ciudadanos, que más allá del empeño en igualarlo a la derecha, ha sido apoyado por 3,5 millones votantes que en su inmensa mayoría se han movilizado por el rechazo al dominio bipartidista.
O por la resistencia de IU, que en las peores condiciones posibles, y a pesar de que la Ley D´Hont los reduce a tan solo dos escaños, conserva casi un millón de votos de una base social tradicionalmente enfrentada a los recortes, a nuestra supeditación a la OTAN...
Junto a los votos de muchos partidos, con o sin representación parlamentaria, entre los que se encuentra el avance, todavía modesto pero significativo de los votos a Recortes Cero-Grupo Verde.
El aspecto principal del proyecto hegemonista para España es el de dar un nuevo salto en el saqueo económico sobre el 90% y en la apropiación de las principales fuentes de riqueza nacionales.
Así se ha demostrado con la irrupción en plena campaña electoral del “Informe de Vigilancia” de la Comisión Europea sobre España. Exigiendo para el año próximo una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, la aceleración de la privatización de Bankia o nuevos recortes por valor de 9.000 millones para cumplir con los objetivos de reducción del déficit.
La irrupción política, en una magnitud desconocida, de este viento popular que, más allá de las posiciones de las direcciones de las fuerzas que lo representan, se enfrenta objetivamente a los recortes y al dominio bipartidista es objetivamente una dificultad para su ejecución.
Y genera mejores condiciones para proseguir la lucha contra su ejecución.


2.- Siete años de ejecución del proyecto hegemonista de saqueo sobre el 90% han provocado una abrupta y acelerada caída del bipartidismo.

La suma de PP y PSOE ha perdido 5,12 millones de votos, un 28,77% de los que tenían en 2011. Han pasado de suponer el 73,39% de los votos a solo el 50,73%. Quedando reducidos al 36,36% del censo.
Una caída que alcanza su verdadera magnitud si la comparamos con 2.008, fecha de inicio de la ejecución del proyecto hegemonista en España, acelerado desde 2010.
Desde 2008 la suma de PP y PSOE ha perdido 9 millones de votos. Y su caída no solo no se detiene sino que se acelera. Si de 2008 a 2011 perdieron 3,7 millones de votos, de 2011 a 2015 se han dejado 5,12 millones.
La debacle del PP se agudiza especialmente en los que habían sido sus principales feudos, desde Valencia a Madrid o Murcia, y en Cataluña o Euskadi.
Solo los resultados en Andalucía han permitido al PSOE mantenerse como segunda fuerza política, pero cosechando los peores resultados en unas elecciones, 20 escaños por debajo del batacazo de Rubalcaba en 2011.
A pesar de mantenerse como primera y segunda fuerza política, esta caída del bipartidismo representa un problema de gobernabilidad de primer orden para el hegemonismo y la oligarquía, que va a influir en la ejecución de su proyecto sobre España.

3.- Tras las elecciones se van a intensificar por parte del hegemonismo la presión para reconducir y encauzar el avance del rechazo a los recortes y el bipartidismo hacia límites que no solo acepten sino acaben reforzando los pilares fundamentales del dominio hegemonista y oligárquico.

Las nuevas fuerzas emergentes llamadas a participar en este proceso de cambio político y regeneración democrática, Podemos y Ciudadanos, presentan un doble carácter.
Su irrupción forma parte del avance del viento popular y patriótico, dada la posición de sus bases y votantes, altamente movilizados en contra del bipartidismo y en el rechazo a las consecuencias del saqueo, especialmente en el caso de Podemos.
Pero al mismo tiempo, la línea impulsada por sus direcciones representa  la “domesticación” de ese viento popular y patriótico, castrando su parte más rupturista y conduciéndolo a “integrarse” en el nuevo modelo sin desbordar los límites impuestos por los intereses fundamentales de la clase dominante.
La ejecución del proyecto hegemonista de saqueo sobre el 90% ha hecho retroceder al viejo bipartidismo, hasta el punto de que el modelo vigente desde el 78 ya no sirve para gestionar los intereses de la oligarquía y el hegemonismo. Obligando a la necesidad de un “cambio político” para garantizar y fortalecer el dominio hegemonista y oligárquico.
Asi lo anunciaba a principios de 2013 el “Informe confidencial al embajador [norteamericano en Madrid] Salomon”, donde se advertía de que EEUU “no puede permitir que una pieza militar clave para el Norte de África como España entre en un período de desestabilización política, social y económica descontrolado”. En él se proponía que “como ocurrió en los años 70 con la transición”, las grandes potencias imperialistas con intereses en España se coaliguen para “ayudar y controlar” la situación española. O, en su caso, pilotar una “segunda transición”, una reforma constitucional que sustituya el viejo modelo bipartidista por otro. Y concluía advirtiendo sobre la inexistencia de nuevos dirigentes “no contaminados con el régimen que hoy se tambalea”, aunque aseguraba sin ningún género de dudas que, “llegado el momento, los nuevos protagonistas de la reforma aparecerán”.
Las elecciones del 20-D, y su posterior resolución bajo la forma de nuevos pactos y alianzas, van a acabar de definir este nuevo modelo político, donde lo principal es salvaguardar las “líneas rojas marcadas por Washington y Berlín: la ineludible aceptación del euro, y por tanto el acatamiento en lo sustancial de la Europa alemana. Y la permanencia de la OTAN y las bases, y con ello la aceptación del estatus quo de España como peón militar de la maquinaria bélica yanqui y plataforma para sus necesidades en Europa, el Norte de África y Oriente Medio.

4.- Los resultados especialmente en Cataluña, pero también en Euskadi, son excelentes para el avance de la defensa de la unidad frente a los proyectos de fragmentación.

En primer lugar por la histórica debacle de Convergencia, cabeza bajo el liderazgo de Artur Mas de los proyectos de fragmentación, que ha perdido 450.000 votos, el 44% de los que tenía en 2011.
A pesar del avance de ERC, la suma de los votos a formaciones independentistas en Cataluña ha descendido casi un 10% respecto a las generales de 2011, con 106.000 votos menos. Si lo comparamos con las recientes elecciones autonómicas, las fuerzas encuadradas bajo la candidatura de Junts pel Sí (Convergencia y ERC) se han dejado casi medio millón de votos.
Las principales fuerzas que defienden la fragmentación tanto en Euskadi como en Galicia también han recibido un severo castigo. EH Bildu ha perdido el 35% de los votos que tenía. Y el BNG ha quedado fuera del Congreso, donde hasta ahora tenía 2 diputados.
A pesar de su ambigüedad y vacilaciones en la defensa de la unidad, que Podemos, una fuerza no independentista desde la izquierda, se haya convertido en primera fuerza en Cataluña -tanto en votos como en escaños- y en Euskadi -en votos- es una buena noticia.

5.- Los resultados de Recortes Cero-Grupo Verde son excelentes, y nos refuerzan como una alternativa y una referencia en la lucha contra los recortes.

En unas condiciones especialmente adversas (por la polarización del “voto útil” de la izquierda en Podemos, un “tsunami” que ha arrasado a otras fuerzas de más larga trayectoria, y a causa del boicot de los grandes medios de comunicación) hemos superado en más de 17.000 -un 55% más- los votos de las europeas.
Hemos crecido en las 52 circunscripciones en que nos hemos presentado. Pero en territorios cualitativos nuestros resultados han sido incluso mejores que la media nacional. Especialmente en Cataluña -casi duplicando el porcentaje de votos en toda España- y manteniendo los avances conquistados en las pasadas autonómicas de septiembre. Pero con avances significativos también en Galicia, Canarias o Navarra.
Los votos al Senado, donde no ha funcionado con la misma intensidad el “voto útil” y existe mayor libertad para expresar el apoyo o simpatía, los votos a los principales senadores de Recortes Cero-Grupo Verde se han disparado hasta los 117.400, casi triplicando los votos al Congreso.
Junto a la extensión territorial y la ampliación de la organización, especialmente cualitativa más allá de su traducción en votos.

Lo que genera muchas mejores condiciones para convertir a Recortes Cero y a la línea de Redistribución de la Riqueza, Defensa de la Soberanía Nacional, Ampliación de la Democracia, Defensa de la unidad del pueblo trabajador y Frente Amplio del 90% que defendemos en una alternativa para la mayoría social que se moviliza contra los recortes.

jueves, 10 de diciembre de 2015

presentación de la candidatura 20D en nuestra ciudad




Recortes Cero es una de las 7 candidaturas que nos presentamos por toda España, en las 50 provincias, Ceuta y Melilla.

Pero poca gente lo sabe, porque los medios de comunicación están centrados en excluir a todos los que no sean los 4 candidatos estrella.

El centro de nuestro programa es que España es un país rico, el 13º más rico del mundo, pero la riqueza que producimos entre toda la sociedad, la acaparan unos pocos.

Lo que se puso de manifiesto en el debate de la otra noche en la sexta es que los 4 están de acuerdo en lo fundamental en que estas sigan siendo las reglas del juego:

  1. Ninguno habló de los sueldos millonarios de Ejecutivos, ni de recortarlos como es nuestra medida: Ningún sueldo por debajo de 1.000€ al mes y ninguno por encima de 10.000. Limitar esos sueldos de escándalo, permitiría que 10 millones de trabajadores que ahora no alcanzan los 1.000e pasaran a ganarlos.
  2. Tampoco dijeron que bancos y grandes empresas deben cotizar el 50% de sus multimillonarios beneficios para crear empleo. Con esa medida se recaudarían 53 mil millones de €
  3. No propusieron ninguna moratoria en el pago de la deuda ni la auditoría. Lo que nos ahorraría otros 112 mil millones.
  4. Y desde luego ni se les ocurrió cuestionar nuestra pertenencia a la OTAN ni la presencia de bases norteamericanas en nuestro suelo.
¿Es que estas medidas son utópicas? NO. Lo que es utópico es pensar que mientras sigamos aceptando estas imposiciones exteriores podemos ir a mejor. La UE ya ha exigido que el nuevo gobierno tendrá que hacer más recortes. Mientras no se aplique una verdadera Redistribución de la Riqueza seguiremos pagando los de siempre con más recortes de sueldo, sanidad, educación o pensiones. 

Estas Elecciones NO van a traer ningún cambio de verdad sin redistribución de la riqueza.

Nuestras  propuestas más inmediatas:

La primera propuesta es que acudas al Acto – Mitin de nuestra candidatura. 
En el que presentaremos a los candidatos y nuestro programa. 
Y lo debatiremos para recoger la opinión de todos los que acudáis.


Estas elecciones cierran el ciclo que empezó en las Europeas, autonómicas y municipales, y son las más decisivas. Nos jugamos si el viento popular contra los recortes y el bipartidismo se dota de una línea clara por la redistribución de la riqueza, la soberanía nacional y la unidad. Tenemos que empezar a prepararlo ya. 

Y es importante contar con la opinión de todos, con la tuya también. No lo pienses y vente.


*LA SEGUNDA PROPUESTA es que te hagas apoderado. Y que colabores con la limpieza democrática de las Elecciones. Nuestra experiencia es que es muy importante porque suele haber bastantes irregularidades.

Es muy sencillo pero muy importante. Un apoderado es una persona a la que nuestra candidatura le da una credencial para que el día de las elecciones pueda vigilar que nuestras papeletas están en las mesas, colocadas correctamente... y puede estar también en el recuento. Para observar alguna irregularidad . Puedes visitar muchos o pocos colegios electorales.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Podemos, Izquierda Unida, Recortes Cero

Tres programas diferenciados
tres alternativas distintas

De lo que estamos hablando es de programas políticos y medidas que, pese a su aparente similitud, en realidad van en direcciones opuestas, representan alternativas diferenciadas, formas muy distintas de entender lo que está ocurriendo hoy en nuestro país y qué camino debemos seguir para transformar esta situación en un sentido favorable a los intereses de la mayoría.


A medida que se acercan las elecciones del 20D, mucha gente se pregunta por qué se presentan diferentes candidaturas de izquierdas cuyos programas, si no iguales parecen guardar tanta similitud. Pero como ocurre en numerosas ocasiones, tampoco en este asunto apariencia y esencia coinciden. En sus discursos, Podemos, Izquierda Unida y Recortes Cero parecen hablar de lo mismo: subida de salarios y pensiones, reforma fiscal progresiva, cuestionamiento del pago de la deuda, banca pública, defensa de la soberanía,... Pero sólo lo parece.

El que cada una de estas fuerzas vayamos a presentar candidaturas distintas el 20-D no obedece a ningún afán de protagonismo, a disputas de poder por disponer de pequeños reinos de taifas o a rencillas personales, como los grandes medios de comunicación quieren hacer ver. Es porque tenemos proyectos, programas, trayectorias, formas de trabajar distintas. Y esto no hace referencia, ni nosotros vamos a entrar en ello, a cuestiones como el dudoso método de los “fichajes-estrella” utilizado por Podemos al margen de los resultados de las primarias que ellos mismos han sacralizado, la participación de un escaso 4% de los afiliados en la elaboración de su programa o las discrepancias que han llevado a dimitir a la mayoría del comité ejecutivo de Euskadi. Tampoco a los conflictos internos desatados en las primarias de IU en Sevilla o el abandono de antiguos militantes del PSOE de la candidatura de Ahora en Común-Unidad Popular, convertida al final en poco más que una nueva marca electoral de IU. Estos son asuntos internos que corresponde tratar y resolver a cada organización.

"Sólo sobre la base de creación de nueva riqueza es posible que millones de personas salgan de las filas del paro"


De lo que estamos hablando es de programas políticos y medidas que, pese a su aparente similitud, en realidad van en direcciones opuestas, representan alternativas diferenciadas, formas muy distintas de entender lo que está ocurriendo hoy en nuestro país y qué camino debemos seguir para transformar esta situación en un sentido favorable a los intereses de la mayoría.
Diferencias políticas que tienen su máxima expresión en tres puntos que constituyen tres de los ejes claves de los que tiene que partir cualquier programa que de verdad ofrezca una salida a la crisis favorable al 90% de la población: la redistribución de la riqueza, la defensa de la soberanía nacional y la posición ante la unidad de España. Fijaremos en este artículo nuestra atención en el problema de la redistribución.
Un programa de redistribución de la riqueza
Redistribución, reparto y cambio de modelo de desarrollo
Que España necesita una política de redistribución de la riqueza para, entre otras cosas, detener el aumento de las desigualdades y la extensión de la pobreza es algo que ninguna persona progresista, o simplemente dotada de sensibilidad, pone hoy en duda. Cuestión distinta es qué significa redistribuir la riqueza y en qué medidas debe concretarse  esta política. 

La “medida estrella” que propone Izquierda Unida a este respecto es la que denomina “trabajo garantizado”. Un plan destinado a dar empleo a un millón de personas actualmente en el paro y que cubriría áreas de competencia pública como los servicios sociales, la protección del medio ambiente, la construcción y mantenimiento de infraestructuras, así como el aumento en la oferta de servicios públicos culturales, deportivos y recreativos. Su financiación provendría directamente del Estado, estaría gestionado por los ayuntamientos en colaboración con la sociedad civil y su coste estimado sería de algo más de 15.000 millones de euros. Una propuesta que plantea dos interrogantes inmediatos.
En primer lugar, ¿es sostenible una política de creación de empleo que consuma recursos públicos sin generar nueva riqueza? Y a continuación, ¿que alternativa se ofrece entonces para los otros cuatro millones de parados que hay actualmente en España?
Con respecto a la primera cuestión, cae de su propio peso que no es posible acabar con el paro sin una amplia y activa política de reindustrialización. Sólo sobre la base de creación de nueva riqueza –y la industria es su “madre” generadora– es posible que millones de personas salgan de las filas del paro y se incorporen a la actividad productiva. Que el Estado se haga cargo de la parte sustancial de la reducción del paro es, nunca mejor dicho, pan para hoy y hambre para mañana.
Sí, efectivamente aliviará de forma momentánea la situación de muchas familias, pero a costa de empobrecer al conjunto del país, obligado a dedicar sus recursos a actividades que no generan riqueza, al contrario, la consumen de forma improductiva. 
Esto no es algo nuevo en la historia. Durante décadas, la URSS de los Kruschov y Breznev se vanaglorió que en su país, a diferencia de los países occidentales, no existía la lacra del paro. Tras la caída del Muro todo el mundo pudo comprobar lo que algunos veníamos señalando con insistencia: la economía soviética era una monstruosa maquinaria burocrática, un capitalismo monopolista de Estado parasitario e improductivo destinado a hundirse estrepitosamente. Bajo la ficción del pleno empleo se ocultaba la realidad de millones de puestos de trabajo sostenidos artificialmente por el Estado y tan innecesarios como improductivos. Una vez consumidos los recursos disponibles y la riqueza acumulada, todo aquel entramado tenía que caer. Y cayó. ¿Es una cosa similar, salvando las distancias, lo que se propone para nuestro país? 
¿Saqueadores contra el saqueo?
Como es evidente para cualquiera que el Estado no puede ofrecer trabajo a 5 millones de parados, el programa de IU propone dos medidas con las que incentivar la creación de puestos de trabajo en el sector privado. Una primera con la que nadie puede estar en desacuerdo, las ayudas a pymes y autónomos, aunque no se concrete ni especifique más. Y una segunda que supone rizar el rizo de lo inverosímil, la madre de todas las paradojas: un plan de reindustrialización a cargo de la Unión Europea. 

¿Alguien en su sano juicio puede esperar de Bruselas otra cosa que más recortes y nuevas exigencias?

¿La misma UE que en los años 80 provocó la aparición de un paro estructural en España cercano al 10% al exigirnos el desmantelamiento y la venta de las principales industrias estratégicas como condición sinequanon para ingresar en el Mercado Común es la que ahora nos va a reindustrializar? 
¿Alguien en su sano juicio puede esperar de Bruselas -es decir, de quien tienen mando en esa plaza: Merkel- otra cosa que no sea más recortes y nuevas exigencias? Ahora va a resultar que, de creer al programa de IU, los mayores saqueadores son los que nos van a sacar de la crisis y el empobrecimiento. Valiente conclusión.
Llama poderosamente la atención, por otra parte, que en el Plan de Emergencia Social que constituye el núcleo esencial de la propuesta económica de IU, la medida de crear una banca pública haya sido sustituida por la creación de “un banco bueno”, llamado así en oposición a la SAREB o banco malo donde han ido a parar los activos tóxicos de la banca. Banco bueno cuyo objetivo sería comprar parte de las deudas hipotecarias de las familias, pequeñas empresa y autónomos más vulnerables. 
En otras palabras, una especie de “mini-banco” público que para nada altera ni cuestiona el poder casi omnímodo del que disfruta la oligarquía bancaria de nuestro país, los Botín, March, Francisco González, Fainé, Oliu y compañía. ¿Guardará esto alguna relación con los más de 25,6 millones de euros que, según el Tribunal de Cuentas, IU y su partido hermano en Cataluña, Iniciativa, deben a la gran banca española? Deuda que no sólo ha ido incrementándose año tras año desde los 90 hasta nuestros días, sino que ha sido objeto de generosas condonaciones de intereses por un valor aproximado de medio millón de euros.     
Como proponen los puntos 4 y 5 del programa electoral de Recortes Cero-Los Verdes, sólo un Plan Nacional de reindustrialización del país, modernización del tejido productivo y fuerte inversión en I+D+i tiene la capacidad de generar nuevas fuentes de riqueza y acabar estructural y definitivamente con el problema del paro. Y para ello propone la creación de una potente banca pública, creada a partir de las cajas rescatadas con dinero público, capaz de competir y enfrentarse abiertamente con los grandes bancos, de disputarles y arrebatarles los recursos financieros necesarios para ponerlos al servicio de la necesidades del país.
La propuesta económica de Podemos
Cambio de modelo y dependencia
El programa económico de Podemos, por su parte, propone al igual que el de IU o Recortes  Cero, numerosas medidas que podríamos calificar como parte de una política de redistribución de la riqueza. Subida del salario mínimo, revalorización de las pensiones, rescate ciudadano, medidas contra la pobreza energética, reforma fiscal progresiva, un “impuesto de solidaridad” para que la banca pague la devolución del dinero público invertido en su rescate,... 
Las diferencias en este caso provienen no tanto de lo que se propone como de lo que no se dice. Una de la primeras medidas del programa económico de Podemos, aprobado por el 78% de los participantes en las votaciones, plantea “la elaboración de un Pacto Nacional por la  Economía Productiva”. Pacto fruto de “un acuerdo multilateral entre gobierno, patronal y sindicatos” que impulse “un desarrollo industrial que haga pivotar el centro de gravedad desde una lógica financiera hacia una lógica productiva”. Se trataría, según su propuesta, de “revertir el proceso de desindustrialización” situando en “el centro de las prioridades industriales la inversión productiva y la generación de valor a medio y largo plazo”, potenciando “un tejido productivo innovador volcado en el desarrollo de las PYMES”.

"No es posible ninguna salida a la crisis sin empezar a romper los lazos que nos han convertido en una economía dependiente"

Hasta ahí estamos plenamente de acuerdo. El problema que aparece entonces, y del que el programa de Podemos nada dice, es que un cambio así del modelo de desarrollo de la economía española se enfrenta a poderosas fuerzas contrarias. Y no, contra lo que tiende a pensarse, principalmente internas, sino externas. 
La clave en este asunto está en comprender que nos enfrentamos a un saqueo que viene del exterior. Sin partir de esto, nada de lo que ha ocurrido en nuestro país en los últimos años podrá ser entendido. Y, en consecuencia, ninguna de las alternativas que se propongan podrán enfrentarse consecuentemente al problema.
No es posible ninguna salida a la crisis favorable a los intereses de la mayoría sin empezar a cambiar y romper los lazos que nos han convertido en una economía dependiente y cautiva del gran capital extranjero. 

El problema de los actores exteriores
Frente a la afirmación de Pablo Iglesias, recogidas por la agencia Europa Press este pasado verano, acerca de que la aplicación de su programa no plantearía “un problema serio con los acreedores u otros actores exteriores”, sino fundamentalmente con “las élites corruptas defraudadoras e improductivas” internas, la realidad es que ningún programa que de verdad lleve adelante una política de redistribución de la riqueza puede aplicarse sin tener “problemas serios” con los “acreedores y otros actores exteriores”, es decir, con el gran capital extranjero. 
Por una razón elemental: “acreedores y otros actores exteriores”, en otras palabras, las grandes burguesías monopolistas del planeta –y en particular y muy destacadamente la norteamericana y la alemana– son quienes a día de hoy controlan los principales resortes de la economía española, se están haciendo dueños a pasos agigantados (cuando no lo son ya) de las principales fuentes de riqueza del país y, consecuentemente con ello, se apropian y disfrutan de una parte creciente de la riqueza nacional. Este es el aspecto principal del saqueo que estamos sufriendo, a pesar de que se trate de ocultar por todos los medios.
Unos cuantos datos fundamentales sobre la realidad de la economía española permite comprobarlo.
El gran capital extranjero posee ya cerca del 45% de las acciones de las grandes empresas españolas que cotizan en el Ibex-35. Esto según los datos oficialmente reconocidos. Porque otras fuentes, como la agencia especializada Bloomberg, hablan de que el capital extranjero posee, por ejemplo, entre el 85 y el 95% de la propiedad accionarial de los dos buques insignia de la oligarquía financiera española: el Banco Santander y el BBVA. 
Uno de los puntos claves del programa económico de Podemos es la transición hacia un nuevo modelo energético y, con ello, la necesidad de poner en su sitio y ajustar cuentas con el sector de las grandes eléctricas. Pero ese es un sector en que también el gran capital extranjero ostenta una posición ultramayoritaria. De los dos mayores monopolios eléctricos, uno, Endesa, es de propiedad exclusiva del capital italiano; en el otro, Iberdrola, todos sus accionistas de referencia son extranjeros. Como dijo a principios de 2014 su presidente, Ignacio Sánchez Galán, “somos más británicos, más americanos y más mexicanos o brasileños que españoles a nivel general. No solamente por negocios, sino también por presencia de accionistas”. 

"La presencia de multinacionales norteamericanas y alemanas en España ha crecido desde 2008 en un 60 y 52% respectivamente"

La deuda pública, ese gran negocio usurero por el que los españoles estamos obligados a pagar cada año más de 36.000 millones de euros en intereses, no sólo ha alcanzado un nuevo récord, al situarse en el 98% del PIB. También, y en paralelo, ha ido subiendo el porcentaje de esa deuda en manos del capital extranjero, hasta el punto de que en junio de este mismo año superaba cualquier récord histórico para situarse en el 55,07%.
El pasado mes de septiembre, el Instituto Nacional de Estadística (INE) hacía público un informe sobre la presencia de multinacionales en España. Y sus datos son demoledores. 
La crisis ha tenido consecuencias devastadoras sobre el tejido productivo español. Pero sus efectos han sido muy distintos en función de la nacionalidad de las empresas, creando una nueva correlación de fuerzas en la industria donde las multinacionales ganan peso, y lo están haciendo de forma acelerada, en detrimento de las empresas de capital nacional. 
Desde 2008, la cifra de negocios de las multinacionales presentes en España ha ganado más de 7 puntos, hasta alcanzar en la actualidad una facturación equivalente al 41,7% del PIB español, lo que quiere decir unos ingresos de más de 400.000 millones de euros cada año. Desde el estallido de la crisis, la economía española ha destruido 3,3 millones de puestos de trabajo. Pero, sorprendentemente, el empleo entre las multinacionales extranjeras ha crecido en casi 70.000 trabajadores a medida que incrementaban su cuota de mercado. Alrededor de medio millón de pymes han desaparecido en estos años; mientras que la presencia de multinacionales en nuestro país ha crecido en más de un 50%. Y no crece de cualquier manera y en cualquier sector. Donde más lo hace es en la industria y en sus sectores estratégicos, la clave de la creación de riqueza en cualquier economía: automoción y material de transporte, industria química y farmacéutica, fabricación de material y equipo eléctrico, telecomunicaciones y redes... Y no es por casualidad que sean Washington y Berlín quienes, a través del FMI y Bruselas, hayan dictado las medidas de saqueo a Zapatero y Rajoy. La presencia de multinacionales norteamericanas y alemanas en España ha crecido desde 2008 en un 60 y 52% respectivamente. 
La reforma laboral aprobada por Rajoy, al abaratar el despido y propiciar un drástico recorte en los salarios no sólo ha provocado la pobreza de millones de trabajadores, sino que al hundir la demanda y el consumo ha conducido también a la ruina y la quiebra de cientos de miles de pymes y autónomos que tienen en el mercado interno sus única fuente de ingresos. Por el contrario, para las multinacionales cuya producción está destinada en un 85 o 90% a la exportación esa misma reforma ha supuesto una multiplicación ingente de los beneficios al hundir los costes salariales. No es por eso extraño que acudan como moscas a un panal de miel a implantarse o extenderse en nuestro país.
¿Cómo, entonces, puede decir nadie que va a cambiar esta situación sin tener “problemas serios” con ellos, con “los acreedores y otros actores exteriores”?
Sin empezar a romper la dependencia de nuestra economía con el capital extranjero, cualquier política de reindustrialización se traduce, necesariamente, en agregar nuevas cadenas de valor a las grandes multinacionales, reforzar el papel del capital extranjero y aumentar los factores de dependencia hacia él.

lunes, 23 de noviembre de 2015

NO al Ttip

Una mayoría del Parlamento Europeo se rebela contra el TTIP de servicios que negocia la UE con 22 países


El TiSA (Trade in Services Agreement), el Acuerdo de libre comercio sobre servicios que la UE negocia casi en secreto con otros 22 estados desde 2012 y que tiende a promover la liberalización masiva de servicios como la banca o el transporte, empieza a toparse con resistencias internas insalvables. Filtrado por Wikileaks en 2014 y reconocido casi un año después por la Comisión Europea, el TiSA es mucho más ambicioso que el polémico TTIP y ahora mismo en el Parlamento Europeo hay una mayoría de socialistas, izquierdistas y ecologistas que amenazan con bloquear cualquier resolución.
Este bloqueo ya se ha dado en la crucial comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor (IMCO) de la Eurocámara, donde la ponente del informe de opinión sobre el TiSA, la socialista francesa Virginie Rozière, ha votado contra su propio informe arrastrando a la izquierda del GUE y a los verdes. La negativa de la eurodiputada se produce por la introducción de enmiendas por parte de la derecha y de los liberales para restringir la transparencia y volver al antiguo sistema de arbitraje inversor-estado (ISDS) que ha sido incluso descartado del TTIP, según explica la propia Rozière a este medio.
Según portavoces del Parlamento Europeo, ver a un eurodiputado votar contra su propio informe no es algo habitual. “Viendo los problemas de transparencia que afectan al TTIP y viendo que el TiSA se ha presentado ante la sociedad de manera aún mucho más opaca, quisimos resolver el problema del acceso a documentos que encuentra la ciudadanía”, señala la socialista francesa. “Pero la negociación con la derecha europea fue ruda”.
En la enmienda del informe de opinión, Rozière incorporó la frase “aumento del acceso a la información a lo largo del proceso” a los ciudadanos y a las empresas; pero los populares, liberales y conservadores europeos antepusieron su propia enmienda, pidiendo que los documentos abiertos sean los “relevantes” y que éstos sean enviados “a los comités competentes del Parlamento Europeo” exclusivamente.
Si el TTIP ha sido acusado de opacidad por restringir sus documentos y la Comisión Europea, que negocia en exclusiva con Estados Unidos este acuerdo en nombre de la UE, ha tenido que cambiar sobre la marcha las normas de acceso a los textos confidenciales, el TiSA, que discute la Comisión igualmente, se presenta como algo mucho más oscuro. Salió a la luz por una filtración de Wikileaks en junio de 2014, como recogióPúblico, aunque el número de países implicados ha pasado de medio centenar a 23. Además de los 28 estados miembros de la UE y EEUU, aparecen Australia, Islandia, Japón, Corea del Sur, Colombia o México e incluso Pakistán.
Todos estos países pertenecen a la OMC. El objetivo reconocido es el intercambio comercial de los “servicios financieros, las telecomunicaciones, el comercio electrónico, el transporte marítimo y de los trabajadores que se desplazan temporalmente al extranjero para proporcionar servicios”, según la web de la Comisión Europea. Con el TiSA, lamenta Rozière, “se permitirá a las grandes multinacionales entrar en el mercado europeo sin que las pymes tengan las mismas oportunidades con los demás países socios. Es una agenda ultraliberal”.

“Inadmisible”

“Hasta ahora existe muy poca información sobre las negociaciones”, critica Lola Sánchez, de Podemos. Esta eurodiputada también dirige otro informe de opinión en otra comisión. “Debemos exigir más información porque es inadmisible que hasta ahora haya sido WikiLeaks quien haya informado y no la propia Comisión Europea”.
“Es la prueba de que estamos a favor de un acuerdo, pero no de cualquier acuerdo”, dice Sergio Gutiérrez, eurodiputado del PSOE y miembro de la Comisión IMCO. “Como en el TTIP, pedimos transparencia, arbitraje público, garantías sociales y protección al consumidor”. En el PPE nadie ha querido hacer comentarios sobre este asunto.
Otro de los choques entre socialistas y populares en torno al TiSA se debe a los mecanismos de intermediación de conflictos entre una multinacional y un estado. Los segundos apostaron por acoplar en el informe “un sólido mecanismo para arbitrar las diferencias, el cual debe garantizar que las partes implicadas respeten sus compromisos y respeten también las reglas”. Se trata de una referencia directa al polémico ISDS, formado generalmente por árbitros procedentes del sector privado y que la Comisión Europea ha tenido que cambiar en el del TTIP siguiendo la orden del Parlamento Europeo. El nuevo modelo que Bruselas presentará se denomina Investment Court System (ICS), y aún no ha sido negociado con EEUU pero tendrá, en principio, un barniz público.
La tramitación parlamentaria del informe de opinión del TTIP, aprobada en julio en medio de la crisis griega, tuvo momentos de tensión y debió ser postergada un mes por las disidencias de algunos socialistas. Al final el TTIP recibió los votos en contra de los socialistas franceses o belgas, pero fue respaldado por la mayoría del S&D, entre ellos el PSOE. La Eurocámara no puede negociar, pero sí tumbar el resultado de la negociación, cuando esta concluya. Con el TiSA sucede lo mismo, aunque este acuerdo aún está en la fase preliminar.