Una candidatura para unir al 90%
donde estén representados todos los sectores que
sufrimos los recortes y el saqueo impuestos por
el FMI y Berlín,
desde la base, pueblo a pueblo y ciudad a ciudad
con un programa que coja como centros:

- Redistribución de la riqueza
- Ampliación de la democracia
- Defensa de la soberanía nacional
- Unidad de todos los sectores afectados por la crisis

lunes, 31 de octubre de 2016

La investidura de Rajoy


Un Gobierno en minoría
La investidura de Rajoy abre paso a un gobierno débil y con serios problemas para sacar adelantes sus propuestas
Sólo desde una línea de frente amplio de progreso podremos hacer frente a las políticas de recortes y nuevas reformas regresivas que Bruselas y el FMI quieren imponer a través del gobierno del PP
Mariano Rajoy ha sido finalmente investido presidente de gobierno por mayoría simple, con 175 votos a favor (los del PP y Ciudadanos, además de Coalición Canaria, Foro Asturias y UPN), 111 en contra y 68 abstenciones del PSOE.
Entre los No a la investidura de Rajoy hay 15 votos del PSOE: los siete diputados del PSC y diputados de seis federaciones (Aragón, Baleares, Castilla y León, Galicia, Madrid y País Vasco). Y dos abstenciones de diputadas de Murcia y Asturias, que lo han hecho “por imperativo abstención”, remarcando que su posición es de rechazo a la investidura del presidente del PP.
Se inicia una legislatura precedida por un golpe de mano en el PSOE para forzar el cambio del No a la abstención (logrado sólo en parte, 60% favorables a la abstención por 40% en contra en el Comité Federal) que ha permitido la investidura de Rajoy. Y por la renuncia a su acta de diputado de Pedro Sánchez anunciando, al mismo tiempo que se pone a trabajar por reconstruir un proyecto “autónomo” y “alejado del PP” en el PSOE.
El gobierno que puede salir de esta investidura no es un gobierno fuerte “de gran coalición”, sino un gobierno en minoría, con una correlación de fuerzas desfavorable en el Parlamento, que tendrá serios problemas para sacar adelante sus propuestas. Sobre todo si, como ha anunciado Rajoy en su discurso final de investidura, se propone gobernar atrincherado en no permitir que se deshagan ninguna de las reformas aprobadas en la pasada legislatura, y en mantener como líneas rojas innegociables “la estabilidad presupuestaria” y “los compromisos internacionales”, es decir, en el terreno económico, los dictados de la UE que exigen nuevos recortes y más reformas como la de las pensiones.
Se abre una nueva etapa en la que va a ser decisivo qué línea se imponga para hacer frente a las política de recortes y nuevas reformas regresivas que Bruselas y el FMI van a pretender imponer a través del gobierno del PP. 
Sólo desde una línea de frente amplio de progreso, unitaria y transversal, contra los recortes y por la regeneración democrática, se puede articular una respuesta capaz de hacer frente a quienes van a pretender que se impongan las políticas dictada desde fuera y por la oligarquía del Ibex-35.
Una línea capaz de articular esa unidad dentro y fuera del Parlamento. Porque una cosa está clara, la mayoría social de progreso es tan amplia y plural que ninguna fuerza por sí sola puede abarcarla y representarla.
En el Congreso trabajando por fortalecer las posiciones que defienden un cambio de progreso y regeneración democrática y unirse con ellas. No parece que el camino sea aplaudir a los Rufián y Bildu y meter en el mismo saco del PP a los “golpistas” del PSOE con los cuadros y la militancia socialista o a todo lo que suene a Ciudadanos. No es ese el mejor camino para hacer frente a los nuevos recortes, las nuevas reformas o derogar leyes como la reforma laboral, la “Ley Mordaza” o la LOMCE.
Y también en el conjunto de la sociedad, uniendo organizaciones y movimientos sociales, sindicales y políticos, a los cuadros y la militancia, a personalidades y profesionales de todos los sectores y activistas sociales contra los recortes, el saqueo y la intervención.

Unidos sí se puede.

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